viernes, 20 de diciembre de 2013

Si, yo trabajo. Yo cuido a mi hija.

Cuando me preguntan si estoy trabajando yo digo que si, que estoy cuidando a mi hija a tiempo completo. Creo que es uno de los mejores trabajos que he tenido. Y el más importante sin duda.

Entiendo que hay mucha gente, incluida yo, hace años atrás, que se preguntan, "..y que tanta pega es cuidar a una guagua, si duermen, comen y cagan todo el día..."

Es difícil de explicarlo, es algo que cuesta asignarle palabras e intectualizarlo....si fuera una pega remunerada, la descripción del cargo seria algo como: funciones) el cargo de madre a tiempo completo implica estar permanentemente en contacto con la criatura, satisfaciendo sus necesidades de amor, alimento, protección e higiene...
La verdad es que creo que hay que vivirlo, para saber realmente cómo es, como se diría en buen chileno, hay que vivirlo para saber con que chichita se está curando.

Es Non stop, 24/7, no hay "recreos", no hay vuelta atrás, no te puedes desconectar para luego volver. Tienes que estar presente permanentemente. Y cansa obvio, como todo en la vida. Y hay días buenos y malos. Días que quieres salir corriendo y otros donde todo fluye y te sientes la reina madre.

En fin, iba hacia un punto y ya se me olvido. Eso también pasa mucho. Saltas de una cosa a otra. Esto es parte del puerperio.







Algunos pensamientos/ reflexiones que me han ayudado a lo largo de estos 11 meses de ser madre a tiempo completo:

Vivo el día a día, sin proyectarme mucho ni mirando hacia el futuro, vivo el presente, el aquí y ahora.

Dejo que las cosas fluyan, las siestas, los juegos, los regaloneos, las tomas. Trato de no planificar mucho , ni de hacerme una idea de como van a ser las cosas porque normalmente no resultan como las imagine. Trato de ser muy flexible, al final la prioridad esta clara.

Si estoy agotada/cansada/estresada pido ayuda y si no hay ayuda cerca, salgo y nos despejamos. Sentirme vulnerable o sobrepasada por cuidar las 24 horas a mi hija es parte del proceso de ser madre. Sin culpas. No hay ninguna actividad que no canse cuando se hace en forma permanente.

Hago cosas que me hagan sentir cómoda. Si siento que puedo ir a tomarme un café con ella, voy, si creo que puedo ir a comprarme una polera voy, si veo que podemos andar en bicicleta lo hacemos. Nunca nada forzado, ni que me haga sentir en peligro, incomoda o lo pase mal. así de simple.