sábado, 23 de agosto de 2014

La maternidad y la busqueda del trabajo más humano.

Si nuestras bisabuelas se enteraran que por opción propia estamos eligiendo criar en vez de trabajar (en el sistema formal), más de alguna se revolcaría en su tumba por todo el sacrificio en vano.
 
Pero déjenme decirles que no fue en vano. Gracias a ustedes pudimos acceder a la universidad y posteriormente a trabajos remunerados que nos llevaron a entender que este mundo, así como fue construido no es para nosotras ni para nuestros hijos. El trabajo de hoy mata la relación madre e hijo. Si, mata lentamente como un veneno. La vida así como se nos vende hoy en día no es para humanos, sino para maquinas que no deben sentir nada.
 
El trabajo de hoy nos hace sentir culpables, poco productivas, poco eficientes, inseguras.
Largas distancias que recorrer, jornadas extensas, burocracia, politiquismo, machismo, falta de aire, espacios artificiales oscuros y cerrados, bajas energías en el ambiente, competencia, rivalidad, luchas de poder.
 
¿y en qué lugar está nuestro bienestar y el de nuestros niños? ¿ en qué momento del día me conecto con mi hijo si estoy a kilómetros de distancia? ¿Cómo lo hago para que los otros entiendan que tengo una necesidad biológica de tocar, besar y sentir a mi hijo? Cómo lo hago para hacer entender que los primeros años de vidas son la base emocional de cualquier criatura humana y que por tanto es primordial el acompañamiento cercano y presente de su madre?
 
Pues es fácil (y difícil), me salgo del sistema. Elijo.
 
¿Y qué podemos hacer entonces para hacer de nuestras vidas más humanas?
 
Debemos crear nuevos trabajos donde podamos estar con nuestros hijos o que al menos ellos puedan estar cerca, debemos intentar establecer nuevas formas de generar intercambios, de producir cadenas de favores entre mujeres,  generar nuevas maneras de concebir nuestras necesidades, realmente que es lo que yo necesito? debemos estar atentas a lo que nos vende el poderoso marketing,  debemos preguntarnos, cuestionarnos constantemente para así cambiar nuestra mirada y desarrollar una nueva forma de vida. Más humana, más amorosa, más conectada, más consciente.
 
 
Necesitamos una revolución. La revolución de las madres.

viernes, 22 de agosto de 2014

¿Te has preguntado que siente un niño que está por nacer?



Desde mi rol de mujer-madre intento estar informada y ser consciente, y desde ese lugar puedo intentar cambiar la mirada de otras mujeres.  Podré quizás hacerlo con mis hijas, hermanas, amigas, primas, vecinas y conocidas. Para esto es fundamental comprender el gran vacío de información que existe en torno al parto y nacimiento.


El común de las personas, mujeres y hombres, piensa que existen 2 formas de parir; a través de un parto “normal” que realmente es un parto vaginal con intervenciones médicas y a través de un cesaria,  una de las operaciones quirúrgicas más famosas del mundo. Excepcionalmente algunas personas identifican otra forma de parto menos medicalizada, conocido como el “parto sin anestesia”, de este último poco y nada se sabe de él.


Partiendo entonces de esta premisa tan simplista y superficial, uno de los intentos por sensibilizar a mujeres sería abordar el parto y nacimiento desde la perspectiva del bebé que está por nacer. Qué diferente seria ponernos en los “zapatos” de nuestros hijos, incluso mucho antes de ser madre! Qué distinto sería vivenciar esta experiencia desde “adentro”!

 
Calidez, seguridad, alimento, refugio, protección, así es el vientre materno, algunos lo llaman el eterno paraíso, ese lugar maravilloso donde todo fluye, donde el bienestar es permanente. ¿Te has preguntado alguna vez como sería experimentar un nacimiento desde la perspectiva de un bebé?  

 
Todos comienzan así:

“Me siento tranquilo, estoy a gusto en este lugar, la luz tenue, temperatura ideal, la voz tranquilizante de mi madre, alimento cada vez que necesito….”

 

Cesárea

“…..pero hoy algo va a ocurrir, lo presiento,  siento la voz de mi madre, ella esta nerviosa, ansiosa,  algo va a pasar, yo no sé que, yo no quiero salir aun, estoy bien aquí, todavía falta……pasan las horas….de pronto siento un huracán, ruidos, luz intensa, frío, incomodidad, que está pasando..!!!…me toman bruscamente de un pie y siento como me levantan, no puedo abrir los ojos, la luz es intensa, me quema el frío, no escucho la voz de mi madre, que ocurre!!! Por favor quiero a mi madre!!! Necesito a mi mamá!!!  Si tengo suerte me pondrán cerca de ella y podré mirarla a los ojos y enamorarla, si tengo suerte podré tomar pecho, si tengo suerte podré dormir con ella….”

 

Parto “normal” (vaginal inducido)

“Mi madre están angustiada, le dicen que yo tengo que haber nacido, pero aun no estoy listo, me falta todavía un poco más en este lugar….y ahora con más razón, si ella esta angustiada es porque algo ocurre y todavía no es hora de nacer…..”

Pasan las horas y comienzo a darme cuenta que algo esta pasando y no sé bien que és, algo ha comenzando a ocurrir en este lugar, siento que el cuerpo de mi madre me quiere expulsar, pero aún no estoy listo, esto es un trabajo de dos y yo no he dado señales!!, tengo que soportar  horas de contracciones muy rápidas, fuertes y dolorosas, no me da tiempo para descansar, esto no es normal!!!, de repente me siento lánguido, pierdo un poco mis fuerzas, me da sueño, no puedo seguir avanzando, no sé que ocurre, me quedo un buen rato ahí y de pronto siento abruptamente algo frío y duro en mi cabeza que me apreta y me tira hacia afuera!!!Siento mucho dolor y miedo!!! Que esta ocurriendo!! Quiero a mi mamá!! Me toman unas manos duras y frías, me extienden y me frotan con algo áspero, duele!, Estoy nervioso y lloro, por favor necesito estar con mi mamá!

 

Parto “natural” o fisiológico

“Hoy es el día, hoy elijo nacer, quiero conocer a mi madre, ya ha pasado el tiempo suficiente y estoy listo. Le avisaré sutilmente para que comience a preparar el encuentro, tengo tantas ganas de verla!!! Lentamente comienzan las contracciones, mi madre se alegra, esta contenta, siente que voy a nacer pronto, yo me pongo contento también, es contagioso! Van pasando las horas, voy avanzando por este túnel que lentamente se comienza a abrir, se exactamente por donde pasar, mi intuición me lo dice, es un viaje hermoso, mi madre se mueve en círculos, su pelvis se abre poco a poco, sin presiones, ni apuros, todo fluye….viene una contracción la sorteo y luego siento un éxtasis de placer, y así nos vamos, como las olas van y vienen, van y vienen, es placer, es dolor, es un viaje al encuentro del amor más puro, al amor más infinito y poderoso. Al amor que todo lo puede…. Ya estoy llegando al final, mi madre canta, grita y  se ha movido en infinitas posiciones y ha logrado abrirme el camino, ya estamos listos, ya estoy aquí en la puerta del paraíso para conocerla….me lanzo hacia ella con toda mi fuerza,  siento una energía poderosa que me envuelve, salgo disparado, ella esta en éxtasis, me toma y nos miramos a los ojos, ni pestañeo, ella sonríe, llora, ella se enamora, me mira y se enamora para siempre”.


 

¿Se dan cuenta de las enormes diferencias? ¿Creen que existen más implicancias a corto plazo por ejemplo en relación a la lactancia o el apego?, ¿habrá más repercusiones a largo plazo, por ejemplo, en la salud, bienestar o capacidades de nuestros niños?

 ¿De qué estamos privando a estás nuevas generaciones que nacen por cesárea o parto inducido? ¿Qué les estamos regalando a nuestros bebes cuando nacen en forma natural o fisiológica?

(extracto de mi ensayo para el Pos título "Parto, nacimiento y gestación consciente: el arte y la ciencia de rescatar lo natural")